24/3/12

Editorial: obsolescencia programada

La vida de los productos que compramos es corta. Lo es si tenemos en cuenta los recursos que se han invertido en su elaboración y el costoso marketing empresarial que nos ha inducido a su compra. ¿Quién no tiene un aparato que, al cabo de poco de adquirirlo, ya parece desfasado? La insistencia de la publicidad en que eso que acabamos de comprar ya no sirve nos plantea una serie de dudas: ¿hasta qué punto es necesario un cambio de tecnología con tan poco margen de tiempo? ¿Realmente los productos que compramos envejecen tan pronto?

Si nos paramos a pensar un poco, lo que compramos tiene una vida cada vez más corta. ¿Cuántas veces hemos oído aquello de que “las cosas de ahora no son como las de antes”? Eso está basado en hechos reales: muchos de los productos que adquirimos, sobre todo los tecnológicos, están concebidos para que su vida sea corta. A esta planificación, que se desarrolla desde la concepción del producto hasta su deshecho, se le llama obsolescencia programada.


Éste es un término que existe desde hace mucho tiempo, pero que se ha dado a conocer en los últimos años como una realidad escalofriante. Muchas veces se ha argüido que la obsolescencia programada era una leyenda urbana, que no era cierta. Pero no hay que ser un lince para darse cuenta de la realidad: los productos que compramos tienen una vida útil premeditada en su gran mayoría, y el sector que más acusa esta planificación previa es precisamente el tecnológico.

La carrera imparable de los diferentes productos que pueblan escaparates y estanterías obedecen, por un lado, al rápido avance de la tecnología, pero, por otro, a la necesidad de la industria de vender productos nuevos como si fueran grandes saltos tecnológicos, cuando muchas veces no lo son.

En este artículo vamos a hablar de este fenómeno, y analizaremos sus elementos, hablando del concepto mismo de obsolescencia programada y cómo ésta se ve y se entiende en la sociedad actual, todo ello adaptado al sector de la informática, que es el que nos interesa. Os recomiendo el visionado del reportaje “comprar, tirar, comprar”, emitido por TVE y que ha sido la inspiración a la hora de realizar este artículo, además de la experiencia personal y compartida durante muchos años como consumidor.

Vamos allá.

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Fuente y Artículo completo: http://www.noticias3d.com/articulo.asp?idarticulo=1572